Cada vez es más habitual que los jóvenes dejen marcados en su piel los mejores recuerdos de su vida. Victoria Federica, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha decidido que es la manera idónea para llevar siempre consigo incluso a algunos familiares.
Hasta el momento, tiene cinco tatuajes en su cuerpo, entre los que destaca un velero en el tobillo para homenajear a su abuelo, el rey Juan Carlos I. Es un dibujo muy especial puesto que representa una foto que hizo ella del barco del emérito. Está realizado con líneas finas entre el tobillo y el tendón.
Sin embargo, no es el único que tiene dedicado a su familia. Vic, que es como la llama su entorno más cercano, tiene tres puntos en la muñeca que representan a sus padres y a su hermano, Froilán. Y en la otra mano se ha hecho una concha en honor a Concepción Sáenz de Tejada, su abuela paterna.
En el cuerpo de la joven no podía faltar un recuerdo hacia Mallorca, isla donde ha pasado tan buenos momentos junto a su familia y amigos. Por ello, bajo las manos del conocido tatuador Nacho Caja, se plasmó la silueta de la isla en el empeine del pie. Además, también se escribió Breathe, que en español significa "Respira" y es el título de una canción de Kylie Minogue.
Aunque estos son los tatuajes con más significado y más visibles, Victoria Federica también tiene algunos más por todo su cuerpo, entre los que destacan una pequeña cara sonriente en su oreja, dos flechas en su muñeca izquierda o dos X enfrentadas en el tríceps.
Con sus diversos tatuajes queda claro que es una gran fan de la tinta. Además, en alguna ocasión se ha aventurado incluso a ser ella quien hiciera los dibujos a varios de sus amigos, mostrando así otra faceta nueva de la sobrina de Felipe VI.
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